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La galería Le Laboratoire se complace en presentar Memento Mori, primera exposición individual del artista mexicano César Martínez en sus instalaciones. El artista indisciplinario nos presenta en esta ocasión un nuevo ciclo de esculturas planas que representan diversos monumentos funerarios realizados entre 2012 y 2018 en placas de mármol de diferentes calidades y tamaños. Llevan incrustadas mensajes alusivos a la suerte de vida y muerte que actualmente vivimos: el “lapidiario” de México lindo y qué herido. Las cubiertas de las fosas imaginarias no contienen cuerpos, salvo su Transpiración iluminada, son señalamientos escultóricos que hacen de cenotafio y están destinadas no para conmemorar sino para enterrar historias o la voluntad de vivir sólo en el deseo. Aunque sea sólo de forma imaginada, sus esculturas planas nos revelan con juegos de palabras cercanos a la poesía concreta mensajes clave de que el pasado está abajo y que desde la superficie se nos incite a recordar el futuro. |
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Apostillas a un apocalipsis anunciado Qué herido lapidiario: El amor es eterno mientras dure / Tumbas filosofales / Lapidiarios y epitadesafíos es una proApuesta de cementerio romántico apocalíptico pero sin inquilinos. Podríamos mencionar que también es un cenotafio, es decir una especie de monumentos funerarios en los cuales no se encuentran los cadáveres de los personajes a quienes se dedican estas esculturas: nos-otros. En una lúcida tarde de efímera pasión carioca, el poeta y cantante brasileño Vinicius de Moraes, figura capital de la música popular brasileña, escribió el poema “Soneto de fidelidade”, comentando en uno de sus fragmentos: Eu possa me dizer do amor (que tive): Con la ayuda del artista catalán Antoni Abad, una probable traducción sería: La traducción simplificada es como la que propongo: El amor es eterno mientras dure. Y este es el punto de partida que me ha llevado a crear esculturas de otra manera. Pero El amor es eterno mientras dura, también es otra frase esculpida por el poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón. Sin embargo, esta no es la única deuda conceptual que tengo con esta exhibición. Décima Muerte y Nocturno en que nada se oye del poeta mexicano Xavier Villaurrutia son poemas que han grabado sobre mi existencia el sentir de la vida a través de la reflexión poética del fin de la vida. Y más, ¿qué decir de Muerte sin fin de José Gorostiza? Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga…; así que, tan lleno de mí, he logrado ver otra tonalidad en el sentido de la vida misma. Ellos me indicaron nuevas rutas de lenguaje para comprender la vida a través del sentido de la palabra muerte y como ésta, nos da otro sentido en la existencia. Tampoco me olvido de uno de los padres del arte moderno mexicano, el genial José Guadalupe Posada, que con sus grabados, a la muerte le dio posada. Sus esqueletos vivos son un baile a la vida. Una irónica forma de reírse frente a los temores de la muerte con un sí a la vida, y dada por dibujar vida, a la muerte. Por los huesos se escurre la vida, pero estos mismos esqueletos son los que nos permiten estar de pie, son el sostén de la vida, parece que nos dijo José Guadalupe. Nuestra ración de paraíso está en lo que hagamos por la vida en esta vida. Por ello, la idea de Octavio Paz que “reza” en su libro La llama doble, de que amar es aprender a morir, es un sentencia que sostiene vínculos muy amplios y estrechos entre tres palabras y/o conceptos como posibles sinónimos, si es que le podemos llamar así al amor, a la vida, y a la muerte: la amuerte. Aunque esta vez su distribución y consumo se presenta en un espacio destinado para las artes, este proyecto sugiere ubicar sus planteamientos en un espacio del dominio público, como una calle o pared, jardín, plaza o parque, para que éstas funcionen como “operativos”, o señalamientos vivaces que generen reflexiones e inquietudes sobre la grandeza de lo que significa estar vivo. La muestra es un trabajo de jardinería, poética y sepulcro; estética y dilema, que desea replantear ciertos espacios públicos como figura poética, para llenarlos de retórica en la sencillez natural de un jardín vivo, callejón u espacio urbano de olvido, pasaje o parque; crear sitios vivos con la paradójica idea de que al mismo tiempo estarán vinculados con la compleja acepción de la muerte. Sin embargo, en esta ocasión podremos ver a todas ellas en conjunto. A pesar de que este espacio puede lucir como un cementerio particular, es más que eso, es un cementerio vivo, lleno de esculturas planas que revelan la vida muerta y su periferia. Pero más que nada, es una acción concreta que busca contextos y el uso público de ciertos espacios. Siempre me han impresionado las tumbas espontáneas alzadas en lugares públicos y que en las ciudades o carreteras remiten a civiles anónimos que han muerto en ese lugar. Atropellados o asesinados, los monumentos alzados in situ como cruces que rinden homenaje y memoria a la existencia de un ser, es uno de los motivos que me llevan a que estas lápidas puedan encontrarse de otra manera como lugares de honestidad en nuestra propia cotidianidad, en un intento de interactuar en un contexto diferente y el uso público de ese espacio. Por ejemplo, las lápidas destinadas a los partidos políticos mexicanos, tienen como mejor opción ubicarse en la entrada del Senado mexicano, o bien, adentro de la Cámara de Diputados. Así, estas mismas serían elocuentes con la realidad política mexicana y con quienes nos gobiernan. Entonces, sí, la obra que está destinada a ciertos espectadores, encontraría otra elocuencia: la de devolverles la bofetada a su ineptitud accionando en el mundo real, fuera del mundo del arte. El material elegido como lenguaje para este ciclo de obras es el mármol, porque este es una piedra de vidrio que da brillo a la existencia y su memoria. Concibo al lenguaje como un puente entre una existencia y la otra, lo que permite un recorrido por la vida, un trayecto que traslada no enunciados sino seres “vivos”. Y en esta senda avanzamos o retrocedemos, nos explicamos el mundo, nos ayuda a estar aquí. Y por ello somos y eres, fuiste y pasaste de un lado a otro. Las palabras están vivas. Y si antes había derretido seres humanos de cera para jugar con el acto lingüístico de la cera o no será, después tuve que inflar y desinflar seres humanos con la ayuda de propulsores de aire y sensores de presencia, y con ello generar ritmos respiratorios y sucesos escultóricos de aparecer y desaparecer. (…) De esa manera, el lenguaje es entonces una mirada, un telescopio que nos acerca al lejano mundo de otro medio de vida: el de la tumba. Sin materia, sin cuerpo, son imaginación, pero con la ayuda de una imagen, en este caso, la lápida, se nos permite visualizar un lugar en el mundo que ayude a nuestro recuerdo en una materialización concreta. Abajo está el pasado. Pero en este caso, la muestra nos da avisos de lo que está por llegar. Ver el futuro a través del brillo del mármol y, quizás, en ese breve y tenue reflejo, encontremos a Dios como espejo. Del amármol resistir del tiempo, su paso, y trayecto, los sepulcros son el de un lugar acontecido. La ambigüedad de la tumba es el destino final de los cuerpos muertos, del poseedor de una existencia que culmina en un monumento en donde ya sólo se ve el presagio de un destino, para llegar a un vacío inmediato o a la eternidad de un momento, pues uno se muere en un instante. El mármol es durable por permanecer, para hacerse real en el tiempo, y nos permite amaneSER en otro (no) lugar. Muertos ya no seremos nadie, tan sólo recuerdo vivo en quienes nos conocieron, un breve latido o suspiro en la humanidad de otras personas. Lo irreductible de la muerte ante la vida. La grandeza viva de poder contemplar el futuro que llega como una consagración existencial. La vida es una muerte que viene, una muerte vivida, decía Jorge Luis Borges. Este ciclo de obras es una investigación en torno a la periferia del cuerpo. Por ser el cuerpo nuestra morada durante la vida, la tumba será nuestra última morada donde descansarán para siempre nuestros residuos para luego llegar a ser tan sólo un átomo. ¿Futuro de la memoria o memoria del futuro? ¿Estas tumbas hablan del hoy mismo como el mañana de un pasado? Es la historia de nuestras vidas vivas, ¿seremos los testigos de nuestra muerte? Porque como decía Walter Benjamin: cuando se atiende al objeto histórico, el método no es interpretarlo a la luz del presente, sino más bien, investigar en qué medida él, desde su pasado, que está reclamándonos un rescate, interpreta precisamente a nuestro tiempo. Por ello, mis tumbas pretenden ser un recuerdo del futuro. Inclusive se ha creado un cementerio a escala, se trata de un Sementerio dedicado a la pequeña muerte que tan vivos nos hace. ¿Qué tan vivo se siente uno con un orgasmo seguro? Ahora usted podrá encontrar en un ataúd de hule látex guardado en un sarcófago tan coqueto, un anillo de compromiso. |
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Otras deudas existenciales En 2001, el artista cubano Wilfredo Prieto produce la obra Apolítico, que consiste en varias banderas (cerca de 300) de diferentes países sin color, todas en blanco y negro. A primera vista, este artista les extirpa la identidad nacionalista propia a cada bandera, reduce los rasgos de individualidad y emblemáticos de cada país. El símbolo universal que representa a las naciones es controvertido y suscita varias interpretaciones según el contexto donde ha sido exhibido. La obra ha dado la vuelta al mundo; se ha presentado en sedes como la VIII Bienal de La Habana en 2003, hasta las afueras del museo del Louvre en París, en 2006; en 2011 Apolítico se presentó en el marco de la exposición Crisisss… América Latina, Arte y Confrontación. 1910-2010 curada por Gerardo Mosquera en Ex Teresa Arte Actual en México D.F. Al ser testigo vivencial en México de esta instalación, lo primero que pensé fue que el “mundo está de luto” y mi emoción se gratificaba por haber estado afuera de un templo que antes rendía culto a la religión católica y que ahora se ha convertido en el Templo de la Performance: Ex Teresa Arte Actual. De bandera ondeando tranquila en el espacio, mi obra pasa a ser un sepulcro inamovible, una tumba que ha sido gestionada por seis años de estrategias equivocadas por un gobierno que sólo generó más PANico y barbarie: “Me dueles México”. En las obras tituladas Tratado de libre comerse en América del Norte, Dibujando el futuro y Nos-otros, he tomado como referencia recortes de los grabados que representan los crímenes de los españoles y que fueron publicados en el libro escrito por Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, Francfort del Meno, 1598, New York Public Library y que fueron a su vez publicados en Ecos de la Conquista, en una edición a cargo de Ma. Cristina Urrutia y Kryztyna Libura por Editorial Patria, México, 1992. Estas iconografías, fueron realizadas por Theodor De Bry y publicadas en Americae Pars Quarta, citado por Miguel Rojas Mix, en su maravilloso libro titulado América Imaginaria y publicado por editorial Lumen, Barcelona, 1992. A su vez, el resultado de estas imágenes proviene de los conceptos emancipados por Tzvetan Todorov, en su libro La Conquista de América. El problema del otro, de editorial Siglo XXI, México, 1987; así como diversos textos publicados por Noam Chomsky sobre las semejanzas que se guardan entre la colonización y la globalización en América Latina. También, dedico algunas de estas obras, con todo mi amor y dolor, respeto y discreción a las víctimas de esta guerra narcomexicana. (…) Por ejemplo, la obra titulada Rápido y Furioso “The Fast and the furious”, se une a la demanda civil en México contra el procurador general norteamericano Eric Holder, y su polémico operativo que permitió el trasiego ilegal de armas desde el Imperio Yanqui a México. Al igual que muchas de las guerras africanas que fueron patrocinadas por países europeos cambiando armas por diamantes de sangre, Barack Obama invocó un “privilegio ejecutivo” para toda la información relativa a comunicaciones internas del gobierno federal sobre Rápido y Furioso. (…) Al final del día, por no decir al final de los tiempos, después de mucho trabajo uno llega y se tumba a descansar en paz. Recordemos ello, aunque en el caso de esta muestra, será el para siempre nunca. Estaremos más tiempo muertos, que vivos. César Martínez |
democracia degustable |
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Con motivo de la inauguración, César Martinez realizó un performance el pasado martes 17 de abril, durante el cual los fieles asistentes comulgaron con una Democracia degustable. |
Epitadesafío de pequeño formato |
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Obras originales de César Martínez. Edición de 20 unidades |